Breaded Cars

Aprovechamos un fenómeno meteorológico sin precedentes para hacer una campaña de pollo KFC: una tormenta de arena que convirtió a España en el país con la peor calidad de aire del mundo, según el observatorio de The World Air Quality project. En lugar de verlo como un desafío, reaccionamos. para convertir una tormenta de arena en una oportunidad. Lo primero que queríamos conseguir con la acción era repercusión en medios, pero no contábamos con un presupuesto para medios ni amplificación, así que teníamos que conseguir que la gente y los medios lo amplificasen por nosotros. La primera decisión clave fue involucrar a los franquiciados y restaurantes desde el principio, lo que permitió una implementación rápida. Además, buscamos una idea de baja producción, inspirada en el insight de que no podemos evitar dibujar en coches sucios. Así, creamos una mecánica en la que cada coche ‘rebozado’ se convirtió en un anuncio de KFC en movimiento, sin necesidad de invertir en medios.

La ejecución de la campaña fue extremadamente ágil y espontánea. Con los restaurantes avisados, la operativa lista y las bases legales preparadas, todo se aprobó en tiempo real a través de un grupo de Whatsapp. Para comunicar la mecánica y el premio, dibujamos a mano el logo de KFC en coches “voluntarios” con mensajes como “Coche rebozado, pollo regalado” y los compartimos en el grupo. Con una foto rápida y un mensaje en Twitter invitando a los clientes a participar, lanzamos la campaña en 79 restaurantes de 13 franquiciados en apenas 3 horas. En tiempo récord, la tormenta de arena se convirtió en una auténtica tormenta social, superando todas las expectativas de visibilidad y conversación para KFC

Pasamos de una tormenta de arena, a una tormenta en RR.SS, alcanzando más de 9.582.000 impactos de manera completamente orgánica, sin inversión en promoción. Los usuarios compartieron contenido en Instagram, TikTok y X, dibujando el logo de KFC en sus coches y acudiendo al drive-thru. Los medios se hicieron eco de la noticia, alcanzando más de 302 millones de impactos potenciales y un retorno en medios ganados superior a 4,3 millones de euros. En las primeras 24 horas, más de 1.000 personas participaron, y los coches con el logo de KFC siguieron como anuncios en movimiento durante días. A pesar de no tener un objetivo comercial, la acción impulsó un aumento histórico del 588% en búsquedas de KFC Auto y un 10,5% en visitas al drive-thru. Las ventas también aumentaron un 4,6%, demostrando el impacto positivo en la marca y el negocio, compensando el efecto negativo del mal tiempo en las visitas a los restaurantes