La huella que dejamos

La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en las decisiones de compra, aunque a menudo las buenas intenciones no se traducen en comportamientos responsables. En BBVA, la sostenibilidad siempre había sido un pilar fundamental de nuestra estrategia, siendo pioneros en el cálculo de la huella de carbono de nuestros clientes a través de una funcionalidad innovadora en nuestra aplicación. El reto era educar a la gente sobre su propia huella y su impacto, sin culpabilizar, sino inspirando a un cambio positivo. Para ello, diseñamos una campaña que, junto con influencers, buscó crear conciencia y posicionarnos como un aliado en la transición hacia un futuro más sostenible, con una herramienta útil que ayudara a reducir el impacto ambiental.

El 21 de septiembre de 2021 aparecieron cuatro huellas gigantes en distintos puntos de España, cada una de 28 metros de largo, representando la huella de carbono de cada persona. Las huellas, ubicadas en Palas de Rey, Sarria, la Plaza de Toros de las Ventas y la Plaça del Mar de Barcelona, sorprendieron a los medios y al público, generando un gran revuelo. Días después, revelamos que BBVA estaba detrás de la acción para presentar su calculadora de huella de carbono, explicando su importancia y cómo la herramienta ayuda a calcularla y reducirla. Los influencers amplificaron la campaña y los canales del banco profundizaron sobre la herramienta, generando conversación y medios ganados. La acción se extendió con vinilos, gráficas en oficinas y prensa, maximizando su impacto.

La campaña superó todas nuestras expectativas, logrando captar la atención de los medios y creando una conversación sobre la huella de carbono que alcanzó a 19 millones de personas. A pesar de la inversión modesta, más de 80 medios cubrieron la noticia, y la acción se amplificó orgánicamente en redes sociales, alcanzando más de 130,000 interacciones. Gracias a esta visibilidad, BBVA mejoró su posicionamiento en sostenibilidad en un 38% y se consolidó como líder en la categoría. La campaña, aunque no buscaba retorno comercial, registró más de 1,2 millones de accesos a la herramienta de huella de carbono. En resumen, fue un éxito rotundo que nos permitió educar a los usuarios y posicionar a BBVA como el primer banco en sostenibilidad.